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CHELONIA-01

ÁREAS DE ACCIÓN

Renaturalizando
el Futuro

En Chelonia, abrazamos diversas áreas de acción para impulsar un cambio significativo en la conservación de la naturaleza. Desde la lucha contra las basuras marinas hasta la protección de especies amenazadas, nuestra pasión nos lleva a abordar los desafíos ambientales con determinación y compromiso.

 

Exploramos la conservación de tortugas marinas y elasmobranquios, defendiendo a estas especies vitales que enfrentan amenazas en su hábitat. A través de la gestión de cuencas hidrográficas, la planificación forestal sostenible y la conectividad ecológica, buscamos proteger los recursos naturales y asegurar un entorno más resiliente para todos.

 

Nuestro compromiso con la conservación de los crocodilianos y los anfibios demuestra nuestra dedicación a proteger la biodiversidad en todas sus formas. Se extiende este compromiso a la conservación de primates y de sus hábitats, cada vez más reducidos y fragmentados. Además, trabajamos en la formación de personal investigador, asegurando que las futuras generaciones se comprometan en la investigación y gestión sostenible del mundo natural.

ÁREAS DE ACCIÓN

Océanos y basuras marinas

Los océanos cumplen unas funciones esenciales y en ellos se producen procesos fundamentales para la dinámica del planeta y los seres vivos que lo habitamos. Más del 50% del oxígeno del planeta es producido en los océanos y son capaces de absorber más del 30% del CO2 producido por las actividades humanas, actuando como sumidero de carbono. De esta manera, nos ayudan a mitigar el cambio climático acelerado. Además, juegan un papel fundamental en la redistribución del calor en la superficie del planeta, configurando el clima.

 

Mares y océanos están afectados por varios impactos humanos: la sobrepesca, la contaminación física, química y sonora y la alteración de sus hábitats, entre otros.

La contaminación por residuos sólidos (basuras marinas) se ha convertido en uno de los principales problemas para los océanos y muchos de las especies que albergan o que dependen de ellos. Cualquier material sólido fabricado o procesado por el ser humano y desechado o abandonado que llega al mar o a las zonas costeras es considerado basura marina. Procede principalmente del ámbito terrestre, con orígenes diversos y múltiples y variadas vías de entrada. Es uno de los grandes retos socioambientales y socioeconómicos que enfrenta el ser humano, al afectar en mayor o menor grado las aguas y fondos oceánicos internacionales y las costas y aguas territoriales de todos los países litorales del planeta.

 

La globalidad del problema hace necesaria la sensibilización y participación de los distintos sectores socioeconómicos y de la sociedad en su conjunto para impulsar las acciones y medidas necesarias que contribuyan a su prevención y reducción. Diversos cambios están siendo propuestos tanto a nivel nacional como internacional, desde cambios de hábitos de consumo, cambios de técnicas y formas de diseño y fabricación de productos, mejoras de gestión de los residuos y de reciclaje, entre otros, que están convergiendo en el concepto de economía circular o espiral.

 

Este modelo socioeconómico, que pretende que el valor de los productos, materiales y recursos se mantenga el mayor tiempo posible dentro de la economía, reduciendo al mínimo la generación de residuos y mejorando la eficiencia en el uso de materias primas, requiere la coordinación y participación de todos los engranajes socioeconómicos, desde los sectores productivos, de distribución y transporte, de comercialización, hasta los consumidores o usuarios, con el apoyo y control de las entidades gubernamentales y organizaciones internacionales.

 

La Asociación Chelonia, consciente de la gravedad del problema que afecta especies y ecosistemas marinos y costeros, incluido el ser humano, lleva a cabo actividades y proyectos para prevenir y reducir el impacto de los residuos sobre el medio marino y otros entornos acuáticos y terrestres. Nuestra participación en el proyecto Mares Circulares (pulsa para conocer más) se encuentra en esta línea, realizando acciones dirigidas a prevenir y reducir la cantidad de residuos que llegan o ya están en el mar, por medio de monitorizaciones de basuras en playas y entornos acuáticos, limpiezas en playas y ambientes acuáticos continentales, limpiezas de fondos y zonas costeras en zonas próximas a reservas marinas y Áreas Natura 2000, labores de formación y sensibilización ambiental con estudiantes, sector pesquero y portuario, así como con la sociedad civil en general, entre otras.

ÁREAS DE ACCIÓN

Elasmobranquios

Cerca del 30% de las especies de tiburones y rayas evaluadas en todo el mundo están catalogadas como En Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN), Vulnerables (VU) o Casi Amenazadas (NT) de extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). De más de un 45% de las especies no se cuenta con información como para categorizar su estado de conservación o amenaza, por lo que se clasifican como DD (datos deficientes). Igualmente, aproximadamente dos tercios de las especies de tiburones que se capturan habitualmente por las pesquerías de alta mar están clasificadas al menos como Vulnerables.

 

Veintiocho especies de tiburones y rayas están incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, aunque no cuentan con categoría de amenaza, por lo que no se incluyen en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

 

La gran reducción en las poblaciones de tiburones, principalmente en el Mediterráneo, podría provocar desequilibrios en el medio marino, mediante un efecto indirecto en cascada sobre la abundancia de otros organismos marinos, por lo que la actuación sobre estas poblaciones para su recuperación y conservación se constituye en una prioridad para la conservación general del medio marino español, europeo y global.

 

La Asociación Chelonia trabaja en la investigación y verificación de medios efectivos para reducir la captura incidental de tiburones por parte de la flota palangrera por medio del uso de dispositivos electromagnéticos. Para ello, se han realizado experimentos en cautividad en varias especies de tiburones y en condiciones reales de pesca, con resultados promisorios. Al mismo tiempo, se han realizado acciones para conocer en mayor medida la dieta de algunas de las especies objetivo de algunas pesquerías, así como la presencia de sustancias contaminantes en sus tejidos, como metales pesados y compuestos organoclorados (PCB).

Esta línea pretende promover acciones dirigidas a innovar y disponer de medios en la flota pesquera que promuevan la reducción de la captura accidental de tiburones y rayas. Asimismo, se pretenden llevar a cabo acciones de fortalecimiento, ya que consideramos de gran importancia la formación y participación activa de los pescadores, armadores y asociaciones pesqueras en los procesos de investigación, de recopilación y generación de información y en la elaboración de estrategias o medidas que permitan mejorar e innovar en la gestión de los recursos marinos y proveer valor añadido a los productos pesqueros para una mayor sostenibilidad.

 

Información sobre elasmobranquios: http://bycatch-reduction-project.jimdo.com/elasmobranquios/

 

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Anfibios

Los anfibios son un grupo de especial interés que puede proporcionar información de gran importancia sobre el estado de salud y conservación de los hábitats y ecosistemas donde se encuentran, debido a su condición de excelentes bio-indicadores.

 

A nivel mundial, este grupo está sufriendo una importante regresión como consecuencia de la contaminación, la degradación y alteración de sus hábitats, la introducción de especies invasoras, la aparición de enfermedades que les afectan, ligadas en algunos casos a los efectos producidos por el cambio climático acelerado.

 

La sensibilidad a las variaciones que ocasionan la contaminación y las modificaciones asociadas al cambio climático justifica su papel como herramienta de sensibilización para transmitir a la sociedad civil en general la problemática de estos fenómenos, de cara a la búsqueda de soluciones que promuevan la conservación de las poblaciones anfibias y las de otros seres vivos amenazados que presentan también una marcada sensibilidad a los bruscos cambios ambientales ocasionados por las actividades humanas.

La Asociación Chelonia lleva a cabo acciones y proyectos en este sentido, a través de actividades de investigación y monitorización de poblaciones de anfibios, de eliminación de especies exóticas invasoras que alteran su hábitat natural o compiten por los mismos recursos, restauración de hábitats y acciones de sensibilización y formación a la sociedad civil, poniendo de manifiesto la fragilidad de las poblaciones anfibias ante los desequilibrios y su utilidad como indicadores de buena salud de los ecosistemas.

ÁREAS DE ACCIÓN

Crocodilianos

El término crocodilianos, utilizado para referirnos a las distintas especies pertenecientes al Orden Crocodylia (24 especies vivientes reconocidas actualmente), incluye a los cocodrilos “verdaderos” (Familia Crocodilidae), los caimanes y aligátores (Familia Alligatoridae) y los gaviales (Familia Gavialidae). Estos grandes reptiles, que se diferenciaron de otros crocodilianos primitivos hace alrededor de 120 millones de años, han sido tradicionalmente aprovechados a nivel local por su carne, sus huevos y su piel. Pero el interés comercial en la piel de algunas especies para la industria peletera, unido a la pérdida o deterioro de su hábitat y al temor que despiertan, llevaron a algunas de sus poblaciones a encontrarse seriamente amenazadas o al borde de la extinción.

 

Así, en 2023, siete especies se encuentran en peligro crítico de extinción (CR) y cuatro se consideran vulnerables (VU), de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Otras especies que sufrieron etapas de intensa cacería en el pasado están en recuperación o se han recuperado gracias a programas de conservación, cría en cautividad y reintroducción y aprovechamiento regulado.

 

Dentro de las especies críticamente amenazadas, se encuentra el caimán llanero o cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius), que se distribuye únicamente en la cuenca del Orinoco, compartida por Colombia y Venezuela. El interés de Chelonia por apoyar la conservación de esta especie condujo a la realización de varios proyectos desde 2010 en cooperación con la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia (Corporinoquia), autoridad ambiental con jurisdicción en tres departamentos de los Llanos colombianos, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y de la empresa Lacoste por medio de la Fondation pour la Biodiversité y del programa Save Your Logo. A través de estas iniciativas se realizó una actualización de información sobre el estado de conservación de tres de sus cuatro poblaciones relictas en Colombia, recopilación de información sobre comportamientos de territorialidad y uso de hábitat, promoción de acciones de recuperación (reintroducción y rancheo/reforzamiento), identificación de áreas idóneas para acciones de reintroducción/reforzamiento, análisis socioeconómico de la población llanera, vinculación de organizaciones en la conservación de la especie, apoyo técnico-científico, así como un amplio componente de sensibilización y difusión a nivel local, nacional e internacional a través de elaboración y distribución material de sensibilización y divulgación, artículos científicos, monografías sobre la especie, charlas, conferencias, presentaciones, entrevistas y reuniones. Para mayor información sobre estas acciones o la especie, puede consultar las fichas de proyectos, la sección de publicaciones o visitar la web: www.caimanllanero.jimdo.com

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Primates

Según el Grupo de Especialistas en Primates de la IUCN 464 de las 719 de especies y subespecies de primates reconocidas actualmente están amenazadas o en peligro de extinción debido a la pérdida de hábitat, la caza y la captura de animales vivos, dentro de las cuales, el 16% (117) están en peligro crítico.

 

Dentro de sus objetivos principales de conservación, incluye acciones encaminadas a disminuir las amenazas que están provocando tanto la reducción de las poblaciones como la viabilidad de las mismas, en aquellas áreas de distribución donde se encuentran especies de las más amenazadas tanto en el Neotrópico (Colombia, Bolivia, Costa Rica) como en el Paleotrópico (Uganda y Zambia).

 

Las actividades se dirigen a la actualización del estado de las poblaciones, así como, a la conservación de sus áreas y a la creación de nuevas áreas (corredores biológicos) que permitan la viabilidad de estas. Todas las acciones previstas contemplan la variable de sostenibilidad, aportando medidas que permitan a los núcleos humanos participar de la conservación de los primates.

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Bosques

Los bosques son el hogar de multitud de especies animales y vegetales, sosteniendo una parte importante de la biodiversidad terrestre. Además, también son productores de oxígeno y sumideros de carbono, al absorber grandes cantidades de CO2 y fijarlo en las plantas que los forman, por lo que nos ayudan en la mitigación del cambio climático acelerado. Su importante participación en el ciclo del agua también hace que intervengan en la regulación del clima, además de ser entornos de protección y fijación del suelo ante procesos erosivos.

 

Por otro lado, los bosques nos ofrecen múltiples recursos y servicios a los seres humanos que podemos disfrutar, al tiempo que conservar. A pesar de todos los beneficios que nos aportan, la superficie boscosa a nivel mundial sigue en regresión, perdiéndose los valiosos servicios ecosistémicos que brindan y sus importantes funciones para los procesos ambientales en los que intervienen a nivel local, regional y global.

 

La obtención de información sobre el terreno es fundamental para poder establecer una planificación y gestión forestal apropiada, incluyendo no solo datos biológicos, hidrogeológicos, de suelos y topográficos, sino también socioeconómicos, sociológicos y culturales.

 

La gestión forestal debe contemplar no solo acciones de conservación de los ecosistemas boscosos, sino también estrategias y modelos para realizar un adecuado aprovechamiento de los recursos forestales, sean maderables o no maderables, sin generar la degradación del medio; también se debe buscar la recuperación o restauración de ecosistemas forestales degradados con distintas especies autóctonas (multiespecífica), desde una perspectiva integral, contando con la participación de los distintos actores locales y teniendo en cuenta factores ambientales, socioeconómicos y culturales. Esta restauración ecológica es imprescindible para acelerar la recuperación y ampliación de la reducida superficie boscosa, especialmente en zonas afectadas por incendios o zonas que fueron explotadas por actividades humanas que no continúan activas.

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Agua y ecosistemas acuáticos

El agua es fundamental para la vida y el agua dulce es proporcionalmente muy limitada. De toda el agua presente en el planeta, se estima que solamente cerca del 3% es agua dulce y una parte importante de ella se encuentra en estado sólido, por lo que el agua dulce y líquida es un bien escaso a nivel global. El ciclo del agua es fundamental en la dinámica de distintos procesos planetarios y en el clima. Separadamente de los ambientes marinos, esta molécula esencial forma distintos ecosistemas acuáticos continentales que, para su gestión, se engloban en distintas cuencas hidrográficas.

 

La importancia de las distintas cuencas hidrográficas radica en su función de proveer bienes y servicios ambientales, contener las fuentes que proporcionan agua dulce a todos los seres vivos y albergar ecosistemas y especies de importancia para la conservación de la biodiversidad. Se trata de unidades geográficas con una alta diversidad biológica tanto de plantas como de animales, con importantes lugares para la reproducción de especies como peces, anfibios, aves, mamíferos, insectos y otros animales. Además, si se gestionan adecuadamente, ofrecen protección frente a algunas amenazas naturales, como inundaciones y procesos erosivos, entre otras. Constituyen un recurso fundamental para el mantenimiento de la calidad del agua y de otros recursos biológicos, como fuente de energía en el caso de embalses o represas, así como lugares de ocio y esparcimiento.

 

Estos ecosistemas son muy sensibles a la contaminación y a la erosión, generalmente ligada a la deforestación y usos intensivos, y son zonas de gran importancia en cuanto a recursos naturales. La contaminación por residuos sólidos es un gran problema que también afecta a los ambientes acuáticos continentales, que, además, son una vía de transporte de largo recorrido de parte de estos residuos hacia el mar. Su correcta gestión y protección son fundamentales para la conservación y el mantenimiento de su esencial valor en el desarrollo de las comunidades humanas, asegurando la continuidad saludable de los servicios ecosistémicos que nos brindan.

 

La Asociación Chelonia participa en proyectos relacionados con la conservación de ecosistemas acuáticos y humedales, promoviendo la conservación de los servicios ambientales que proveen y considerando los equilibrios entre las relaciones socioeconómicas, culturales y ambientales y la participación de los distintos actores que intervienen en su gestión y mantenimiento. La combinación de acciones de protección y actividades socioeconómicas sustentables es fundamental para el desarrollo de las comunidades cercanas, la conservación y mejor gestión de los recursos que contienen, entre ellos el agua, esencial para la vida.

 

ÁREAS DE ACCIÓN

Personal investigador

La preparación de personal para realizar labores de investigación es imprescindible para la planificación y gestión sostenible de los recursos naturales y los servicios ambientales. La realización y participación en actividades y proyectos de investigación y gestión permite la consolidación de los conocimientos adquiridos durante la fase de formación académica, paso fundamental para fortalecer la experiencia profesional.

 

Además de personas con formación académica, pobladores locales sin esta formación cuentan con un gran conocimiento sobre su entorno, que, mediante orientación y formación, pueden jugar un papel esencial en el conocimiento necesario para planificar la gestión sostenible de una región y los ecosistemas que la forman, teniendo en cuenta también aspectos socioeconómicos y culturales del territorio. Así, la formación de personal investigador local, ya sea formal o informal, vinculado a las poblaciones y regiones donde se desarrollará la gestión de recursos o servicios, permite una mayor apropiación y sensibilización de las comunidades locales, favoreciendo la continuidad y fortalecimiento de las labores de investigación, planificación y gestión sostenible que impulsamos conjuntamente.

 

 

La Asociación Chelonia promueve distintas actividades de formación de personal investigador a través de la realización de cursos, talleres y conferencias dirigidas tanto a estudiantes y jóvenes profesionales como a pobladores de las regiones donde se llevan a cabo las acciones y proyectos de investigación, planificación y desarrollo sostenible. Igualmente, se forma personal investigador por medio de la participación e incorporación de estudiantes, voluntarios, jóvenes profesionales y pobladores locales en la ejecución de actividades de investigación específica y ciencia ciudadana dentro de los distintos proyectos de conservación y desarrollo sostenible. Todo ello acompañado de académicos, investigadores, profesores y representantes de instituciones universitarias públicas y privadas, que brindan experiencia científica a las actividades que realiza la Asociación en las distintas regiones donde intervenimos.

 

ÁREAS DE ACCIÓN

Sostenibilidad y emergencia climática

Los recursos del planeta son finitos. Aunque unos pocos tienen una alta tasa de renovación, la mayoría tardan cientos o miles de años en formarse. El planeta tiene unos límites que no deberíamos traspasar, aunque algunos de ellos ya los hemos rebasado. El modelo económico de las últimas décadas ha alterado procesos a nivel planetario y generado problemas socioambientales globales conectados entre sí: calentamiento global y cambio climático acelerado, contaminación y acidificación de los océanos, alteración del ciclo natural del agua, carbono, nitrógeno y del fósforo, reducción de la capa de ozono, pérdida de biodiversidad, deforestación y alteración de suelos, principalmente.

 

La sostenibilidad implica una gestión equilibrada y eficiente de los recursos naturales y su preservación para generaciones futuras mediante prácticas socioeconómicas y ambientales que la aseguren y justicia social que permita que las poblaciones alcancen un estado de bienestar equitativo e igualitario dentro de los límites biofísicos y geoquímicos del planeta.

 

El camino hacia la sostenibilidad es imprescindible para asegurar el futuro de las poblaciones humanas y de la biodiversidad. Es necesario impulsar con urgencia cambios en el modelo económico, en el modelo energético y de hábitos empresariales y de consumo para poder hacer frente a estos problemas, cambios que aceleren la transición hacia la descarbonización y la economía circular o espiral.

 

Para la descarbonización o reducción de las emisiones es necesario planear las formas más equilibradas de generación de energías a partir de fuentes renovables (viento y radiación solar, masas de agua, biomasa, geotermia), al mismo tiempo que mejorar la eficiencia energética y proteger y potenciar los sumideros naturales de carbono (bosques, suelos, océanos y masas de agua).

 

La economía circular (que algunos autores prefieren considerar espiral) pretende que los recursos permanezcan el mayor tiempo posible en circulación dentro de la economía. Para ello, el reciclaje de materiales, la reparación y actualización de dispositivos o bienes, la reutilización de productos, piezas, materiales y elementos son pasos importantes. El rediseño e innovación en la producción de bienes materiales es fundamental para facilitar estos pasos. La eficiencia energética en la producción, distribución y movilidad, potenciando el consumo de proximidad y la repoblación rural también son pasos que pueden conducir a una economía más sostenible. Estos pasos incidirían en la reducción del uso de materiales vírgenes (menor extracción de materias primas), en el uso de energía, en el consumo de agua y en la generación de residuos. Todos estos cambios necesarios se estima que pueden ser también una gran oportunidad para la creación de empleo de calidad.

 

La incorporación de estos cambios es urgente, pues nos situamos en un estado de emergencia climática, de escasez de recursos y de elevados niveles de contaminación, habiendo superado ya algunos de los límites planetarios. Desde la Asociación Chelonia buscamos poder aportar a la sostenibilidad desde la ciencia y el conocimiento, promoviendo el desarrollo de iniciativas y acciones para contribuir a la neutralidad climática y al desafío que supone este fundamental cambio de modelo.

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